lunes, 10 de marzo de 2014

Figurita 88 - Roberto El Golem - Crotone

Roberto El Golem – Crotone de Italia

A los chicos hay que enseñarles a partir de los cinco años que no se puede jugar con magia negra, ritos paganos o cualquier otro conjuro místico que exista. Porque si no pasan cosas como esta
Todo comenzó una tarde de verano en Crotone, al sur de Italia, cuando los chicos del barrio se juntaron como todas las tardes a jugar al futbol.  Eran las vísperas del mundial del 2006 y la euforia pre-mundialista inundaba todos los rincones del mundo del futbol. Obviamente estos chicos también formaban parte de ese mundo y las ganas de jugar un partido emulando a sus ídolos eran altísimas.
Pero los chicos no contaban con algunas ausencias en el grupo de amigos. El gordo Garibaldi estaba enfermo, los hermanos Girolami se habían ido a visitar a su abuela en Milán y el chueco Musicardi estaba en penitencia.

Hasta que Enzo Buscaroli tuvo una idea… hace poco le había entrado el fanatismo por los cuentos Medievales y en varios de ellos había leído de la creación de un ser llamado Golem. Los otros chicos se le rieron en la cara. Pero el Enzito se fue hacia su casa y empezó a buscar en internet, se fue a la biblioteca y así paso las semanas.

Ya entrado el invierno Enzo Buscaroli apareció por la canchita y los chicos lo miraron con cara de “volviste boludo” pero no venia solo… allí estaba Enzo con un muchacho alto y que caminaba raro. Los chicos le preguntaron a Enzo quien era y el les dijo que era un Golem que él había creado con gajos de una pelota, sudor y dos tapones de botines entre otros ingrediente misteriosos.
Los chicos empezaron a  preguntarles cosas al Golem pero este solo los miraba mientras babeaba… como no tenia nombre los chicos le pusieron Roberto. Y lo pusieron a jugar. El partido solo duro 15 minutos ya que Roberto quien se había ubicado en la defensa lastimo a dos de los chicos y colgó la pelota en un despeje.

Sin pelota los chicos enojados lo echaron a Roberto el Golem, Enzo le explico que no podía llevarlo a su casa porque su mama se iba a enojar así que lo dejo debajo de un puente.
Allí abajo del puente Roberto paso los siguientes tres meses, solamente parado y pegándole patadas a las palomas que iban a anidar debajo del puente.  Todo cambio una tarde cuando un representante de jugadores lo vio y se lo llevo al Crotone… obviamente con su rusticidad y su nulo vocabulario Roberto entro al equipo donde jugó dos amistosos donde fue impasable en la defensa.

Pero todo termino cuando los exámenes médicos arrojaron los resultados obvios… Roberto no era humano, Roberto era un Golem. Los directivos no tenían problema en fichar a Roberto pero cuando el Cura del pueblo se entero de esto dijo que esa criatura diabólica no debería estar dentro de las canchas. La alcaldía también demostró su enojo y dijo que no quería al Golem dentro de Crotone y ya que no era humano declararon que era totalmente legal cortarle la cabeza y así acabar con el problema.
Fue así que un viernes por la mañana en el patio de la Catedral de Crotone, Roberto el Golem fue despojado de su cabeza.

Nadie supo que paso con su cuerpo pero muchos afirman que en cualquier cancha de Crotone siempre que falta alguno para el fulbito aparece alguien muy parecido a Roberto para completar el equipo.