La historia dirá que en el CSKA Sofia había un defensor que pintaba para selección y que a base de patadas y de goles evitados se convirtió rápidamente en símbolo del equipo de la capital búlgara.
Curiosa es la historia de Velko Ivanov que teniendo todo para triunfar en el mundo del fútbol, eligió otro camino.
Un fin de semana sin fútbol, Velko caminaba por las calles de Sofia, disfrutando de su tiempo libre. Cuando se topo con lo que aquí conocemos como una “Feria Americana” allí revisando en un cajón de discos viejos encontró un cassette rotulado “Los Pericos – Pampas Reggae” solo por curiosidad compro dicho cassette sin saber que iba a encontrar dentro.
Ya en su casa revolvió entre sus cosas y encontró un viejo reproductor de cassettes, lo soplo para sacar la tierra y le puso el aquel viejo dispositivo analógico.
Un mundo nuevo se abrió en su mente cual galaxia explotando en el espacio… esa música, esa canciones pegadizas de las cuales obviamente no entendía nada lo que decían y la forma particular del tipo que cantaba… una pasada, dos pasadas, tres pasadas… ese cassette se volvió inmediatamente una obsesión para Velko.
Googleando descubrió que esa banda era de un país remoto llamado Argentina que el apenas recordaba cuando su selección los enfrento en el mundial del 94.
Esa noche Velko no durmió repitiendo una vez ese estribillo que decía algo así como “Tori tori tori to”.
A la mañana siguiente Velko Ivanov dejo todo atrás, dejo su novia, su equipo, su casa, su canario… Velko dejo todo atrás siguiendo una corazonada que venia desde Argentina.
Ya en Buenos Aires y sin saber una palabra de español, Velko encaro un taxista y señalando el cassette que tenia en la mano exclamo “Pericos Pericos!!! English?”
La suerte estaba de su lado, el taxista sabia algo de ingles y le explico que por esas putas casualidades de la vida esa noche tocaban Los Pericos en el Club Huracán de San Justo. Y hacia allí fueron el taxista y Velko…
Velko estaba extasiado… ya llevaba como 36 horas sin dormir, solo pensando en Los Pericos, en Pampas Reggae, en Parate y Mira y los dos pintores… el show estaba por comenzar y el estaba ahí, en San Justo.
Sale la banda a escena y Velko emocionado se abraza con el taxista que a esta altura ya era su nuevo amigo y se llamaba Norberto Bernuncio. Pero toda esa emoción se apago en un instante cuando Juanchi, el cantante de Los Pericos, empezó a cantar.
Desconcertado y como podía en su ingles básico, Velko le pregunto a Norberto que estaba pasando… ¿que había pasado con la voz del cantante? Y Norby le explico que el cantante anterior era el Ballano y que se fue y que estaba conduciendo un programa en la TV Publica.
Velko no podía creerlo… en silencio se dio media vuelta y se fue de ahí. Por un tiempo vivió con Norberto en su PH de Ciudadela hasta que consiguió trabajo en una playa de estacionamiento. Juega los martes al fútbol con otros taxistas y armo una banda tributo a “Los Pericos” llamada “Bulgaria Reggae” y obvio que solo hacen cobres de la época del Bahiano.
