Férreo defensor del equipo moscovita, y bisnieto del mítico Mikhail Kalashnikov inventor del fusil mas conocido del mundo, la AK-47.
El apellido no fue una presión en sus comienzos ya que solía ser de juego bastante agresivo fracturando a varios rivales. La hinchada del Loko lo amaba, decían que tenía un fusil Kalashnikov en sus piernas y que había causado mas bajas que el fusil de su abuelo en la guerra de Afganistán. Se convirtió en ídolo y la fanaticada le pidió que use el numero 47.
Pero todo cambio una fría noche de final de Copa Rusa, el partido 1-1 frente al Zenit y definiciones por penales. La verdad es que Yegveny no había nunca anotado un gol con su equipo, ya que su fuerte era evitar los goles en su propia valla. Fue así que en el minuto noventa y tres del partido un penal a favor del Lokomotiv. Y con el goleador Kosanenko lesionado, la hinchada pidió a gritos por que Kalashnikov patee el penal para asegurarle el titulo a Lokomotiv.
El técnico ante tanta presión le indico a Yegveny que fuera a ejecutar. Era el momento soñado… convertir el primer gol de su carrera, sobre la hora y encima coronarse campeón de Rusia.
Yegveny Kalashnikov se paro frente a la pelota, la acomodo, miro al arquero… una larga carrera y pateo el balón. El tiro salio hacia el lado opuesto al que se había arrojado el arquero, pero el disparo fue tan débil que el mismo portero tuvo la chance de volver a pararse y arrojarse a atajar el balo sin ningún problema. Todos se quedaron atónitos en el estadio, esperaban un súper tiro potente del hombre con las piernas mas asesinas de toda Siberia, rápidamente el arquero rival reacciono y salio con un pelotazo largo a mitad de cancha donde el delantero de ellos quedo solo frente al arquero del Lokomotiv y anoto el gol para darle el triunfo del Zenit en la ultima jugada.
“A Kalashnikov le salio el tiro por la culata” titularon los medios rusos al otro día… deprimido Yegveny se entrego aun mas al Vodka… el problema mayor fue que los paparazzis lo fotografiaron tomando Vodka sueco lo cual es casi una traición a la patria en Rusia.
Acosado por la opinión publica Yegveny huyo a Rusia… hoy es uno de los tres homeless que hay en Estocolmo y borracho grita en ruso anécdotas de su paso por el fútbol. De vez en cuando cae preso por pegarle a algún peatón.
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