miércoles, 29 de julio de 2015

Figurita 107 - Франциско Дубовик - ПФК ЦСКА Москва (Francisco Dubovik CSKA de Moscu)


Франциско Дубовик - ПФК ЦСКА Москва
Francisco Dubovik - CSKA de Moscu

A pesar de que la Unión Soviética hace tiempo ha dejado de existir, los vestigios de la misma aun viven en muchos ciudadanos rusos.

Tal era el caso de Франциско Дубовик (Francisco Dubovik) un general a cargo de un pequeño ejército en un cuartel en las afueras de la ciudad rusa de Omsk

El General  digamos que no estaba en sus cabales, y había llegado a ese puesto dentro del Ejército porque su padre era un importante miembro del partido en las épocas de la Unión Soviética.

Los trastornos mentales de Dubovik llevaban a que todas sus decisiones sean tomadas por su pequeño Чебура́шка (Cheburashka) el cual siempre llevaba sobre su hombro. Así si no sabía que comer Francisco le preguntaba a Cheburashka si debía comer Pelmeni o Blini y Francisco decidía por que “Se lo dijo Cheburashka” o también ayudaba con decisiones más importantes como condecorar al soldado Dimitri o al soldado Vladimir…  y si Francisco elegía Vladimir era porque “Se lo dijo Cheburashka”.

Obviamente Francisco contaba que Cheburashka era comunista y que siempre mantenía en alto los valores de la Unión Soviética, que en esa época se vivía mejor y que Putin era un papanatas. Todo eso lo sabemos por qué en las cenas en el Cuartel Francisco hablaba siempre de Cheburashka y sus ideas.
En el cuartel, por temor, nunca lo contradecían a pesar de que les resultase absurdo que este señor consulte todo con un muñeco peluche. No sea cosa de terminar en algún Gulag en Siberia.

El problema fue cuando ese desfasaje mental en la cabeza de Francisco se torno más grave.  Un día Cheburashka le dijo que los tanques de guerra debían ser pintados de rosa, y el general mando a pintar todos los tanques de rosa por “Se lo dijo Cheburashka”.

En otra ocasión escondió una granada en una de las Matrioskas que iban a ser obsequiadas a las madres de los soldados del batallón porque “se lo dijo Cheburashka” y esa tarde la madre del Cabo Shalimov voló por los aires.

Y así cada cosa extraña que sucedía en el cuartel, todos sabían la respuesta “Se lo dijo Cheburashka”
La gran locura “sugerida” por Cheburashka fue cuando convenció al general de que el había jugado en el CSKA de Moscú y había anotado más de 100 goles en la Liga Rusa. La emoción de Dubovik fue tal que mando a imprimir 150mil figuritas con su cara de un lado y con estadísticas (obviamente falsas) sobre su carrera futbolística en el equipo Moscovita.

Estas figuritas y algunas anécdotas de Francisco Dubovik son lo poco que queda de este General, misteriosamente desapareció junto con 3000 hombres. Algunos dicen que les vendieron una cabeza de Misil nuclear a unos terroristas y con ese dinero se fueron a vivir al Caribe. Otros dicen que Dubovik intento una fallida revolución contra el Presidente Putin y que esta fue ocultada por el Gobierno Ruso. En algunos bares de Moscú tras varias rondas de Vodka siempre sale algún borrachín que cuenta una historia tan absurda como poco creíble, hasta que nombra las palabras mágicas “Se lo dijo Cheburashka”.

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