Llegando a Kiev en tren, estábamos en la estación de tren de la capital Ucraniana y decidimos tomar un taxi para llegar a nuestro hotel. Paramos un taxi y vimos que el taxista nos resultaba familiar.
El sujeto era parecido a Yuri Fourkadovsky, jugador de futbol de la selección Ucraniana, que había abandonado el futbol misteriosamente, se rumoreaba de algún asunto con la mafia Ucraniana o un ajuste de cuentas por un temita de apuestas ilegales... nadie sabe.
Obviamente lo primero que notamos es el extraño acento de Yuri, y eso es obvio, Yuri no es de Kiev si no que nació en Odesa al sur de Ucrania.
Tanteando el terreno y en nuestro modesto Ucraniano empezamos una conversación con el taxista para tratar de confirmar nuestras sospechas.
Taxista - ¿Y que los trae por Ucrania?
Periodista – Venimos por trabajo, una investigación sobre el trabajo de inferiores en Ucrania.
Taxista – Ah interesante… a mí el futbol no me gusta.
Periodista – Ah mire usted, y ¿Por qué tiene un banderín del Chernomorets en el espejo retrovisor y una calcomanía en el paragolpes que dice “Ruso cagon corriste en Kiev”?
Taxista – El auto de mi jefe… yo lo alquilo.
Periodista – Con razón… ¿a Shevchenko nunca lo vio por acá por Kiev no? Dicen que es un tipazo, quizá lo entrevistamos
Taxista – Un boludo…
Periodista - ¿Cómo dijo?
Taxista – Que no lo dudo… que seguramente lo encontraran por aquí por Kiev… cagando gente
Periodista - ¿Cagando gente?
Taxista – Nooo nooo amando a la gente, A-MAN-DO… un tipo muy amable… que nos cago de arriba de un poste
Periodista – Claro… definía al lado del poste
Taxista – No que nos cago de arriba de un poste, me tenes los huevos llenos flaco… bajate que acá esta el hotel.
Pague el viaje y me tiro el vuelto en la cara… después de agarrar mi equipaje me quede unos minutos atónito por tal escena. Mire mi mano, mire el dinero que me había dado y ahí confirme las sospechas que tuve desde el comienzo del viaje… nunca había puesto a funcionar el reloj del taxi.
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