miércoles, 6 de agosto de 2014

Figurita 91: El Calaca Hurtado - Nacional de Ecuador

El Calaca Hurtado – Nacional de Ecuador

*Historia basada en hechos reales y luego exagerados por el autor

Víctor Hurtado era un jugador mas del montón de la liga ecuatoriana, se desempeñaba en El Nacional de quito como volante por derecha.

Víctor era hijo único y siempre se sintió medio solo en su infancia, el futbol fue el que le dio amigos y pudo dejar atrás esos traumas de hijo único… su equipo era su familia. Y a pesar de no ser un gran jugador él era muy respetado en El Nacional por sus compañeros, directores técnicos y la hinchada.
Pero de un día para el otro su vida cambiaria cuando en un chequeo de rutina en el Club, se le detecto un pequeño “bultito” ahí en sus partes bajas.

Tras algunos estudios le dijeron que tenía un pequeño tumor y que había que operar. Esto asusto a Víctor Hurtado quien huyo despavorido por un mes… regreso tras darse cuenta que ese tumor había crecido bastante por su vida y ahí cambio su temor a la cirugía por el de la muerte.
Tras la cirugía los médicos le informaron que el tumor era benigno y contenía restos óseos, a Víctor Hurtado le habían quitado un tumor que era en parte su gemelo nunca nacido… tal dato fue una epifanía para el mismo Víctor Hurtado… él nunca había estado solo, su hermano estaba ahí viviendo adentro de él y él quería seguir junto a su hermano.

Fue así que Víctor al despertarse de la anestesia pidio encarecidamente a los médico que le traigan lo que le habían sacado… los doctores dijeron que eso era una locura y que probablemente los restos del tumor se encontraban ya en Residuos Patológicos…

Indignado y con los efectos de la anestesia Víctor se levanto y se fue como podía hasta el sector de Residuos Patológicos… allí revolvió todas las bolsas que había hasta encontrar un cráneo… ahí Víctor todo lcubiertode sangre dijo “Siento que este es mi hermano gemelo” y se lo llevo ante la mirada incrédula de los doctores y enfermeras presentes.

Hoy Víctor Hurtado sale a la cancha en cada partido con ese cráneo en su mano, lo besa y le dedica el partido a su (supuesto) hermano gemelo…
Así nació la leyenda de Víctor “El Calaca” Hurtado.

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