martes, 5 de marzo de 2019

Figurita 140 - Filiberto Gonzalez - Amkar Perm

Filiberto González a fines de los 90 quedó embelesado por las T.A.T.U una pareja de chicas rusas que conquistaron el mundo cantando “All the Things She Said” vestidas de colegiala y haciendo un acting lésbico soft delante de un grupo de personas que miraban horrorizadas. Con el tiempo nos enteramos que Julia y Lena (así se llamaban) solo hacían un acting y no eran pareja ni mucho menos.

Pero toda esta ola de Pop-Lesbico post-perestroika se instaló en la cabeza de Filiberto Gonzalez. Filiberto es uno de esos tipos que no tiene carisma, no es gracioso y es contador. Para suplir esas carencias, Filiberto se la da de intelectual, estudia Historia Rusa, fuma en pipa, se dejó la barba y en los restaurantes pide el plato más exótico que hay. Todo para impresionar a las chicas que en un principio caen ante este personaje hasta que se dan cuenta que es un pajero.

Pero Filiberto tiene una virtud, sabe jugar al fútbol. Lejos está de ser crack ya que fue rebotado de Comunicaciones y Platense pero digamos que la mueve.

Fue así que un dia se canso de ser rebotado constantemente en todas las “cervecerias artesanales” de capital federal y partió hacia la madre Rusia. Filiberto creía que su encanto latino serviria para enamorar a una rusa y asi por fin conseguir una mujer,

Las primeras semanas en Rusia no fueron fáciles, se ofrece como profesor de Español o de contador, pero no lograba conseguir trabajo… mucho menos lograr una cita.
Hasta que un día el dios del futbol lo iluminó… un señor lo vio jugar en un parque con otros extranjeros se le acercó y le ofreció jugar en su equipo. Ese señor era el “Ojeador” del Amkar de Perm. Filiberto sin dudarlo aceptó, este señor le dio las direcciones y Filiberto viajó a la lejana Perm.

Tras dos días de viaje Filiberto se presentó en el club con la carta de recomendación del Ojeador. Y ahí arrancaron los problemas. En el club le explicaron que el señor ojeador había sido despedido hace 3 meses por estar bastante seguido en estado de ebriedad y reclutar jugadores en los parques de toda Rusia. Evidentemente Filiberto era el reciente fichaje etílico de este señor.

Sin dinero y desahuciado Filiberto imploro por quedarse en el club como canchero, alcanzapelotas o lo que sea… pero gracias a su título Universitario quedó como como Contador del Club. La historia no termina de la mejor manera, el Amkar quebró y desapareció de la faz de la tierra. Filiberto volvió a Buenos Aires donde aún busca una mujer… lo podes ver ahi en tu cervecería amiga, sobre una mesa leyendo poesía rusa y tomando la cerveza más extraña que sirva el lugar. Te mirara se rascara su barba, cerrará el libro que lee y te dira “Hola preciosa, sabes que estuve viviendo en Rusia y nunca vi una mujer hermosa como vos?” y así arranca… a vos muchacha Argentina cuidate de los Filibertos que pululan la ciudad.

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