martes, 17 de enero de 2017

Figurita 119 - Sandor de Budapest - Ferencvaros (Hungria)



Seguramente alguna vez usted lector fue a Budapest y ha visto en varios bares carteles de un fulano haciendo un tributo a Sandor. Bueno como en la Argentina (y vaya a saber uno en el resto del continente americano) existen los tributos a Sabina o Arjona, en Budapest cualquier músico ladri hace un tributo a Sandor.

¿Pero quien es Sandor? Mejor dicho, Sandor fue un distinto. Si algunos dicen que los toco Dios a Sandor lo abrazo y le hizo upa.

En el campo de juego era mágico, ya desde temprana edad se destacaba en las filas del Ferencvaros de la capital Húngara, una gacela que parecía llevar la pelota suavemente sobre sus pies. Fuera de la cancha un galán con todo el carisma, una voz única que derretía a la platea femenina. Sus movimientos de caderas deslumbraban a los hombres los domingos en la cancha y a las chicas debajo de los escenarios (y quizás en los camarines) los sábados por las noches.

Era amado por todos en Budapest, los padres querían que sus hijos jugaran como el y que sus hijas se casen con el. Sandor era Budapest y Budapest lo sabía.

Pero como todas las estrellas que se elevan a gran velocidad sobre el firmamento la caída es dura… y así fue cuando un día Sandor termino de jugar en Buda y debía cantar a la noche en Pest. Tenia todo bajo control pero la multitud pidiéndole autógrafos lo atraso una hora, y debía llegar rápido a su show del otro lado del rió.

Las crónicas periodísticas indica que el auto de Sandor iba a 180 kilómetros por hora cuando se descontrolo en uno de los puentes y su auto cayo en las frías aguas del Danubio

Su cuerpo nunca fue encontrado, pero las leyendas se acrecentaron con su ausencia, algunos lo vieron trabajar en el puerto, otros dicen que escapo de todo y esta en algún Monasterio de la Hungría profunda otros mas conspiranoicos dirán que Sandor regreso a su plantea.

Lo único que sabemos es que Sandor quedo en el corazón y en la memoria del pueblo de Budapest.

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