jueves, 7 de marzo de 2013

Figurita 58 - Jean Paul Sastre - Olympique Lyon (Francia)


Jean Paul “Le Nausée” Sastre

A veces llamarse o tener el apellido de algún famoso puede ser complicado para esas personas. Las comparaciones son odiosas pero siempre van a estar ahí.

Para un futbolista llamarse “Diego Armando” puede ser complicado porque por mas bien que juegue, siempre será etiquetado como el “Diego Armando” malo.

Pero también están los casos que trascienden la profesión. Uno de los casos más recientes era el de Roberto Carlos aquel excelente defensor Brasilero que cada vez que hacia un gol o algo trascendente le titulaban “Tiene un millón de amigos” como la canción de Roberto Carlos… el cantante.

El problema viene cuando el jugador es completamente lo opuesto al famoso con el que comparte el nombre.

Jean Paul Sartre era el famoso filósofo francés mientras que Jean Paul Sastre es nuestro homenajeado de la fecha, nacido en la ciudad de Lyon en Francia. Era compañero de juveniles de “Françoise Marceau” del que ya hemos hablado aquí.
Jean Pauls Sartre era un filósofo de la vida y Jean Paul Sastre era un picapiedra del futbol.
Sastre era feo, desprolijo, pegador, se comía los mocos en la cancha, escupía a los rivales, era malo con la pelota, un tosco defensor y tantas otras cosas más.

Experto en coleccionar expulsiones por cualquier tipo de violencia dentro de la cancha y a veces un poco fuera, como aquella vez que durante un amistoso de verano se acerco a la tribuna a increpar a un viejo que lo había puteado todo el partido. Sastre le dijo “Callate viejo de mierda” (en Francés claro) y el viejo le contesto “Anda a ver si le podes pegar a la pelotita fracasado”. La reacción de Sastre fue recordada por semanas. Le arranco la dentadura postiza al viejo y se la puso el, siguió jugando así 5 minutos más hasta que el juez paro el partido por que la policía lo quería detener por robo de dentadura. Sastre se bajo los pantalones y se paso la dentadura por las bolas al grito de “Veni a buscarla viejo puto”, para luego tirársela al oficial más cercano en la cara.

Suspensión de 6 meses para el recio defensor, quien se excuso ante la justicia diciendo que la culpa era del viejo.

La prensa sensacionalista le puso de apodo “La nausée” (La Nausea) en referencia a la primer novela del filosofo.

Su retorno a las canchas pareció encontrar a un jean Paul Sastre más calmado que en sus primeros partidos solo acumulo una tarjeta amarilla y encima fue por gritar un gol sacándose la remera. Que vale destacar sería el único gol que convertiría en su agitada carrera como futbolista.

El segundo episodio, y el cual marcaria el final de su carrera, sucedería en un clásico con el Olympique de Marsella. Donde tras una dura falta a un delantero rival se iría expulsado entrando en un acto de ira arremetería contra el juez de línea (quien le cobro la falta) arrebatándole el banderín y pegándole en sendas oportunidades en la cabeza, dejando inconsciente al lineman. Luego de eso Sastre se defendería en la justicia diciendo que el juez le había dicho “No jodas, el partido está arreglado, hace quilombo y te rajo” por lo que Sastre considero eso una injusticia absoluta.

Tras pasar dos semanas en prisión, Jean Paul Sastre se disponía a regresar al futbol. Pero al intentar volver a entrenar con el Lyon se enteraría que la Federación Francesa de Futbol con ,Platini a la cabeza, había decidido suspenderlo de por vida.
Ante la prensa Sastre declaro que Platini y la Federación Francesa eran unas “putas respetuosas” de la FIFA y del establishment del futbol mundial.

Desde ese día nadie más vio a Jean Pauls Sastre, algunos dicen que está en África haciendo misiones humanitarias o trabajando para algún dictador loco de esas regiones. Otros aseguran que atiende un oscuro Pub de Paris y otros simplemente dicen que lo vieron trabajando en los camiones de basura de Lyon.

Jean Paul Sartre diría que “Nadie debe cometer la misma tontería dos veces, la elección es suficientemente amplia” pero Jean Paul Sastre diría “Si me cruzara algún día con el juez de línea ese… le volvería a romper la cabeza”.

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